Carlos Stro

Escritores (Carlos y Ricardo) y Autores del Best-Seller en Amazon «Dieta Cetogénica – El Protocolo de una Alimentación Efectiva«.

Somos conscientes de que uno no puede alcanzar la comprensión si no aplica los conocimientos adquiridos al propio Ser.

Perseguimos el objetivo de restaurar y optimizar la comunicación con nuestros genes a través de un proceso de reancestralización, que aprovecha las ventajas de la vida moderna y descarta lo que va en contra del diseño humano. Estamos aún en proceso de aprendizaje y experimentación.

El Ser Humano moderno puede elegir y demasiado a menudo… elige mal.

Conocerse-a-sí-mismo y conocer nuestro pasado nos ayuda a tomar las decisiones correctas en un mundo plagado de opciones.

Aplicar el conocimiento al Ser, lleva a la comprensión.

El cuerpo físico, el cuerpo emocional y el cuerpo mental necesitan sus respectivos alimentos:

Nutrientes ordinarios
Aire
Luz del Sol
Radiaciones y emanaciones cósmicas
Un manejo consciente de las impresiones.

De humanos salvajes a humanos domesticados, y de vuelta al origen. A casa.

‘El mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años. El segundo mejor momento es ahora.’

Es muy sencillo. Primero, los puntos importantes (sin un orden particular):

Exposición al espectro completo del Sol sin intermediarios (cremas, filtros…).
Grounding, earthing o, coloquialmente, andar descalzo.
Beber agua filtrada con Indalo (que no contiene metales pesados, flúor, cloro y sí está remineralizada con minerales que necesitamos) que es reducida en deuterio (110-120 ppm).
Priorizar grasa y proteína animal. No comer nunca cereales, legumbres, azúcar ni aceites vegetales. Solo comer estacional, local y natural.
Utilizar tecnología SPIRO para protegernos de las frecuencias electromagnéticas.
Detener el tiempo en varios momentos del día de la manera que uno prefiera para respirar hondo y profundo y ponerse en contacto con las Fuerzas Superiores.
Evitar SIEMPRE la luz azul artificial para respetar los ritmos circadianos y evitar el daño en los fotorreceptores y la destrucción de la melatonina, melanina, vitamina D y vitamina A.
Ver amanecer descalzo.
Ayunar de vez en cuando al menos un día.
Nunca comer de noche. El desayuno es la comida más importante y voluminosa del día. Comer un máximo de 3 veces y nunca picar entre comidas. Todo esto tiene más que ver con los ritmos circadianos que con la comida.

Saber si todo esto funciona es simple: cuando llevas más de un año siguiendo estos preceptos, te das cuenta que tu salud es impecable y que todo aquello que te aquejó durante tu vida no lo hará jamás. Cuando uno se deja y comienza a fallar vuelven las pequeñas molestias: un dolor de cabeza por aquí, sensación de fatiga por allá, niebla mental… nombra la que quieras. Todo tiene su momento bajo el Sol: un tiempo para la claridad y el brillo fuerte del día y un momento para la oscuridad total de la noche. El momento lo dicta el propio Sol. Esto es lo más importante.

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