El tema es decirte una verdad “a la cara” mediante la utilización de elementos dramáticos, de terror o humor, con el objetivo de crear una aversión, un sentimiento de rechazo, hacia esa información en la memoria implícita.
Sucede cuando nos presentan una visión futura o una predicción de manera surrealista, acompañada de emociones negativas. Como resultado, cuando nos enfrentamos a esa realidad o concepto en el futuro, lo rechazamos de antemano, ya que nuestro subconsciente lo percibe como algo poco probable, fantasioso y perjudicial.
La exposición a ese estímulo negativo influye en la respuesta a un segundo estímulo. El efecto suele ser inconsciente y puede tener un impacto significativo en el comportamiento.
En un experimento típico, los participantes se exponen a una serie de palabras, algunas de las cuales son positivas y otras negativas. Luego, se les presenta una segunda serie de palabras y se les pide que las clasifiquen como positivas o negativas. Los participantes que han sido expuestos a palabras negativas previamente son más propensos a clasificar las palabras de la segunda serie como negativas, incluso si las palabras en sí no son negativas.
Otro ejemplo lo podemos ver en numerosas películas sobre virus, vacunas, pandemias, guerras, etc. En ellas siempre hay un componente de ficción, por lo cual, aunque nos estén diciendo una verdad que se va a mostrar en el futuro, no la creemos.
El primado negativo se ha demostrado en una variedad de contextos, incluyendo el marketing, la psicología social y la política. En el marketing, el primado negativo se puede utilizar para crear una asociación negativa con un producto o servicio. Por ejemplo, una empresa podría mostrar una imagen de un producto junto con una palabra negativa, como “peligro” o “tóxico”. Esto podría hacer que los consumidores sean menos propensos a comprar el producto.
En la psicología social, el primado negativo se puede utilizar para influir en las actitudes y el comportamiento de las personas. Por ejemplo, un experimento mostró que los participantes que habían sido expuestos a palabras negativas eran más propensos a juzgar a los demás de manera negativa.
En la política, el primado negativo se puede utilizar para crear una imagen negativa de un candidato o un partido político. Por ejemplo, un candidato podría ser asociado con palabras negativas, como “corrupción” o “ineficiencia”. Esto podría hacer que los votantes sean menos propensos a votar por el candidato.
El primado negativo es un fenómeno poderoso que puede tener un impacto significativo en el comportamiento. Es importante ser consciente de este fenómeno para evitar ser manipulado por los demás.