(artículo desde cultura terrestre)
Tiwanaku (también conocido como Tiahuanaco) fue una antigua ciudad preincaica ubicada en la meseta de Collao, en el actual departamento de La Paz, Bolivia. Fue la capital del Imperio Tiwanaku, que floreció entre los siglos III y X d.C.
Tiwanaku era una ciudad grande y próspera, con una población estimada de entre 100.000 y 200.000 habitantes. Los tiwanakotas eran constructores hábiles y sus obras maestras arquitectónicas incluyen la pirámide de Akapana, el templo de Kalasasaya y la Puerta del Sol.
Los tiwanakotas también fueron agricultores y ganaderos avanzados. Desarrollaron un sistema de irrigación complejo que les permitió cultivar en la árida meseta de Collao. También domesticaron al llama, que les sirvió como animal de carga, alimento y fuente de fibra.
El Imperio Tiwanaku fue un poder regional importante durante varios siglos. Su influencia se extendía desde el lago Titicaca hasta la costa del Pacífico. Sin embargo, el imperio colapsó en el siglo X d.C., por causas que aún no se han determinado.
Las ruinas de Tiwanaku son un importante sitio arqueológico y un testimonio de la riqueza y el poder de esta antigua civilización. En 1988, Tiwanaku fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La pirámide de Akapana es una estructura de adobe de 150 metros de altura y 200 metros de ancho. Es la estructura más grande construida por los tiwanakotas.
El templo de Kalasasaya es un complejo rectangular de piedra que consta de varios patios y plataformas. En el centro del templo se encuentra la Puerta del Sol, una enorme piedra tallada con imágenes de deidades andinas.
La Puerta del Sol es una de las piezas más emblemáticas de Tiwanaku. Representa al dios Wiracocha, la deidad principal de los tiwanakotas.
Tiwanaku fue una ciudad muy cosmopolita. Los arqueólogos han encontrado cerámica y otros artefactos de todo el mundo, lo que indica que los tiwanakotas comerciaban con muchas otras culturas.
El Imperio Tiwanaku fue un gran logro de la ingeniería. Los tiwanakotas construyeron canales de irrigación, sistemas de drenaje y represas que les permitieron cultivar en la árida meseta de Collao.
El Imperio Tiwanaku fue un centro de aprendizaje y cultura. Los tiwanakotas eran maestros de la arquitectura, la escultura, la cerámica y la metalurgia. También desarrollaron un sistema de escritura que aún no ha sido descifrado.
El colapso del Imperio Tiwanaku fue un evento misterioso. Los arqueólogos no están seguros de qué causó el colapso, pero se han propuesto varias teorías, como el cambio climático, la sequía, la guerra o una combinación de estos factores.
Tiwanaku es un sitio arqueológico fascinante que ofrece una ventana a la vida de una antigua civilización andina. Las ruinas de Tiwanaku son un testimonio del poder y la riqueza de este imperio, y su legado continúa inspirando a los visitantes de todo el mundo.