Los chakras, también llamados centros energéticos o rayos, son puntos de conciencia por los que fluye la energía luzamor del Logos (el Creador). Cada chakra representa un nivel de experiencia y evolución de la conciencia, desde la supervivencia básica (raíz) hasta la conexión con la inteligencia infinita (corona).
El flujo libre y equilibrado de energía a través de los chakras permite el desarrollo espiritual. Los bloqueos surgen por traumas no procesados o juicios, y afectan nuestra capacidad de experimentar la vida plenamente. El equilibrio no significa perfección, sino permitir que la energía fluya con naturalidad.
En la Ley del Uno, el camino espiritual puede ser positivo (servicio a otros) o negativo (servicio a uno mismo). La polarización negativa se enfoca en controlar los tres primeros chakras y evita el amor (chakra verde), mientras que la positiva busca integrar y armonizar todos los centros.
La vida física es una ilusión diseñada para catalizar experiencias que nos ayuden a conocernos a nosotros mismos. Cada experiencia emocional nos permite trabajar, activar y balancear nuestros centros energéticos, lo que lleva al crecimiento de la conciencia y al reconocimiento de nuestra unidad con el Creador.
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