Jah’ra”eéll, el comunicador
Percibes tu cuerpo, su forma, textura, color, tamaño, … Percibes tu mente, sus pensamientos, razonamientos, la información que posee, sus verdades, … Percibes tu alma, sus sensaciones, emociones, su conexión con lo sutil, … Pero tú eres la manifestación del Espíritu en este universo y todo lo antes dicho no son más que las sombras generadas por tu luz al iluminar la ignorancia con la que has nacido. Dicha ignorancia es la que te permite diferenciarte del resto, separarte del todo que te rodea, dándote características que, aunque similares a otros, son únicas, que te otorgan un yo, un ego.
Entonces, mientras te percibas en un cuerpo, una mente o un alma, estarás percibiendo tu ego que, en sí, solo estará evidenciando las sombras que limitan la observación de todo lo que eres, la ignorancia de quién eres en verdad, el Espíritu, su luz manifestada en este universo de sombras. Hay que entender que las sombras no son lo opuesto a la luz, ya que, en sí, solo son menos luz, las sombras son el medio para percibir la imperfección del universo ante el Espíritu que eres.
Manifestación de la oscuridad:
Las sombras dan sentido y forma al universo usando el cuerpo, la mente y el alma para evidenciar lo que todavía ignoras de tu propio ser. Al luchar contra las sombras posas tu atención en ellas dándoles más fuerza en ti, otorgándoles un marco más definido y concreto, dado que tu observación será dada desde la ignorancia que posees, la cual se halla plasmada en un cuerpo, una mente y un alma. Esta fijación en las sombras hará de estas una oscuridad más profunda, sustentada en la ilusión de creer entenderlas y comprenderlas. Manifestándose así en enfermedad del cuerpo, pensamientos negativos en la mente o una deuda o culpa en tu alma. Todo esto no son más que las trampas del ego, haciéndote creer que tu cuerpo, tu mente y tu alma son todo lo que eres. No se pueden disolver las sombras con sombras, o sea, no se puede disolver la ignorancia con ignorancia. El ego es lo que has llegado a saber de ti. No es más que una sombra del verdadero ser que eres. Toda oscuridad percibida por tu ego no es más que una sombra ante el Espíritu. Es por esto que la oscuridad solo toma forma y sentido en tu ego, ya que es la manera que tiene de interpretar una sombra ante su propia ignorancia.
Hay que comprender que el ego no es tu enemigo, solo es tu compañero en la búsqueda de saber quién eres. Esta en uno darle más o menos peso en su vida. El ego es el encargado de afianzar tu personalidad dentro de este universo de sombras, es quien afianzara un “yo” ante el entorno y es quien buscara que se respete tu camino. Es necesario comprender que el ego no es quién eres realmente, solo manifiesta una idea de ti por medio de las sombras de este universo. Al sacar al ego de su función como compañero y trasladarlo a la creencia de ser todo lo que eres, asumirá ese rol que le has otorgado e intentará manejar tu camino. Que es lo mismo que darle el control de tu ceguera al bastón que usas para caminar. El ego no puede ver más allá de sus propias sombras y ante estas construye la realidad que vive, generando un cuerpo que manifieste en lo que es, una mente con la ilusión de saber, y un alma que cree estar realizando el camino que ha fijado. Esto lo lleva a verse a sí mismo como el portador de la verdad y que todo es y funciona como el cree, llevándolo al egocentrismo. Cuando el ego cree ser todo lo que eres asume que todo a su alrededor esta para él, que todo cumple la función de su propia evolución y que sus verdades son las únicas válidas para su mejor desarrollo, llevándolo al egoísmo de creer ser lo único importante. Olvidándose que solo es un compañero dentro de las sombras y que estas fueron las que le dieron forma y sentido mientras que el verdadero ser manifestado no es él, porque solo hace parte de las sombras del universo como una de las tantas manifestaciones posibles del Espíritu.
Como he dicho, el ego es el medio por el cual te vas reconociendo dentro de las sombras como una de las tantas manifestaciones posibles del Espíritu.
El ego buscará que tu camino de crecimiento sea respetado por las otras manifestaciones del Espíritu.
El ego es una herramienta del Yo Personalidad, administrando el cuerpo, la mente y el alma hasta encontrar el equilibrio de éstas y poder conectarse con tus manifestaciones en planos menos densos dentro de lo creado.
El Yo Personalidad usará al ego como medio para afianzar en él, quien es y su función como manifestación del Espíritu en las sombras de este universo.
El ego no es más que un medio para el auto conocimiento y el auto reconocimiento dentro de lo creado. Nacido de la ignorancia de quienes somos realmente.
El ego será un compañero en el camino hasta que dejemos de precisar una identificación separada y apartada del todo que en verdad somos.
El ego es una sombra más de este universo, que nos permite manifestarnos por medio del desconocimiento de quienes somos, mostrándonos como una sombra de lo que en realidad somos.
Jah’ra”eéll (el comunicador)