Maniqueísmo (religión)
El maniqueísmo es una antigua religión dualista fundada por el profeta Mani en el siglo III d.C. en Persia. Se extendió desde Europa hasta China, rivalizando con el zoroastrismo, el cristianismo, el budismo y el islam, y originando diversos fenómenos de fusión cultural
La doctrina maniquea se basa en una cosmovisión dualista que postula la existencia de dos principios eternos y opuestos: el Bien y el Mal.
- Dualismo: El maniqueísmo enseña que el universo es una lucha constante entre las fuerzas del Bien y del Mal. Estas fuerzas están personificadas en dos reinos: el Reino de la Luz, asociado con el Bien y el Reino de las Tinieblas, asociado con el Mal.
- El Profeta Mani: Mani, el fundador de esta religión, se consideraba el último profeta en una línea que incluía a figuras como Buda, Zoroastro y Jesús. Mani pretendía integrar elementos del cristianismo, el zoroastrismo y el budismo en su enseñanza.
- Cosmología: La cosmología maniquea es compleja y detalla una narrativa de cómo los dos reinos se entrelazan. El conflicto comenzó cuando las fuerzas del Mal invadieron el Reino de la Luz, dando lugar a la creación del mundo material como una mezcla de luz y oscuridad.
- Salvación y Conocimiento: En el maniqueísmo, la salvación se alcanza a través del conocimiento (gnosis) y la liberación de la luz atrapada en la materia. Los seguidores debían llevar vidas ascéticas y éticas para ayudar en la liberación de la luz espiritual dentro de ellos.
- Prácticas Religiosas: Los maniqueos practicaban el vegetarianismo, la abstinencia y la renuncia a la riqueza y el matrimonio. Su comunidad se dividía en “Elegidos” (la élite ascética) y “Oyentes” (laicos que apoyaban a los Elegidos).
- Expansión y Persecución: El maniqueísmo se extendió rápidamente a través del Imperio Romano y más allá, llegando hasta China. Sin embargo, fue considerado herético por el cristianismo y el zoroastrismo, lo que resultó en su persecución y eventual declive.
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