Ketan Raventós Klein
En 1990, en un remoto pueblo africano, se encontraba observando la vida cotidiana de una comunidad Dogón. Aquel hombre se conmovió al ver una forma de vida tan distinta a la suya propia y formuló una reflexión: “Este hombre, que carece de educación y recursos, duerme en una choza de barro y sobrevive pastoreando cabras y cultivando un huerto. A pesar de ello, parece estar más relajado, alegre, satisfecho y en paz con la vida que yo…”
Durante los días siguientes, no podía dejar de preguntarse: “¿Cómo es posible que, teniéndolo todo, me falte lo más importante?” Surgió la interrogante de si tener más dinero, adquirir más conocimientos, conocer a una mujer atractiva o alcanzar más prestigio profesional lo harían más feliz. La respuesta que surgió desde su interior fue un rotundo “no”. A partir de ese momento, su proyecto de vida perdió sentido y se abrió un gran interrogante. Aunque su mundo se derrumbó, él se sintió más libre que nunca.
Unos días después, en medio del desierto, experimentó algo indescriptiblemente hermoso: durante varias horas, se sumergió en la dimensión profunda del Ser y la existencia se le reveló como un misterio infinito. Aquella experiencia generó en él una atracción poderosa hacia ese misterio, lo cual desencadenó un cambio radical en su vida. Decidió dejarlo todo y viajar a la India sin tener una fecha de retorno definida.
Hasta entonces, había vivido creyendo que la felicidad llegaría mañana, cuando se cumplieran todas aquellas cosas que supuestamente deberían proporcionársela. Sin embargo, se percató de que, incluso si todos sus sueños se hicieran realidad, nunca saciarían el anhelo de su alma. Comprendió que podía perseguir ilusiones durante toda su vida sin adentrarse en lo esencial. Entendió que lo único que realmente tenía era el presente y comenzó a vivir, escuchando en cada momento la verdad de su corazón.
En la India, entró en contacto con Osho, quien se convirtió en la persona que más lo ayudó a entenderse y descubrir la naturaleza esencial del Ser. Después de diez años de meditación, estudio y práctica de diversas técnicas terapéuticas en la comunidad de Osho, experimentó una transformación profunda y una comprensión profunda de la naturaleza humana. Descubrió que este viaje era un peregrinaje sin retorno, en el cual la identidad ilusoria que nos hace sentirnos como entidades separadas se disolvía al observarla atentamente, eliminando así la ignorancia y el sufrimiento, fusionando las fronteras del yo personal en una existencia transpersonal.
Exploró a fondo diversas técnicas de meditación, psicoterapia y terapias energéticas como herramientas de introspección y comprensión de la mente, el cuerpo energético y el cuerpo emocional. Estas técnicas y enseñanzas lo ayudaron en su viaje de autodescubrimiento e inspiraron el desarrollo de su trabajo, incluyendo Prana Healing, Reiki, Breath Therapy, Metaphysical Hypn
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